20. Super macro

Hace ya tiempo, en la entrega 8 de este curso, hablamos de la fotografía de primeros planos, más popularmente conocida por macro. En la presente entrega vamos a profundizar en algo que está muy en boga actualmente entre los fotosubs: el súper macro.

Macro prehistórico

Para entender la actual “fiebre” por la fotografía a altos ratios de reproducción, conviene pararnos a pensar en cuál era la situación hace un par de décadas. En esa época, las máximas ampliaciones se conseguían con cámaras réflex y lentes macro (O micro, según las nombrara el fabricante) que conseguían un ratio de reproducción 1:1 o tamaño real: el sujeto fotografiado se registraba a igual tamaño en la diapositiva, lo cual equivale a decir que llenabas el fotograma con un sujeto de 36mm de largo. Hoy parece muy poca cosa, pero en aquel entonces había lentes macro que tan solo llegaban a la mitad de esa ampliación…

Como es lógico, los fotosubs buscaron medios para romper la barrera del 1:1 y comienzan a utilizar lentes de aproximación terrestres enroscadas en el objetivo. También experimentan con multiplicadores de focal, que se colocan entre el objetivo y el cuerpo de la cámara, alargando la focal al tiempo que mantienen la distancia mínima de enfoque. Ambos sistemas tienen serias limitaciones: las lentes de aproximación, porque sacrifican enfoque lejano para ganar capacidad acercamiento, mientras que los multiplicadores ralentizan y vuelven poco preciso el autoenfoque de la cámara, además de reducir la luminosidad de la lente entre 1 y 2 valores de exposición. Aun así, lo peor de ambas soluciones es que no las podías poner o quitar bajo el agua. En los primeros años del nuevo siglo comienzan a aparecer las primeras lentes de aproximación húmedas, poco potentes y de calidad limitada, pero que se imponen rápidamente por su versatilidad: por fin las podemos poner y quitar bajo el agua.

Superando la barrera del 1:1 hace un par de décadas: lentes macro de 60, 105 y 200 mm, junto a multiplicadores de focal 1,4X y 2X. El 200 mm tiene montada una lente de aproximación de +1,5

4 lentes de aproximación húmedas de gran potencia fabricadas por INON, Fantasea, SAGA y Nauticam

Nuevas posibilidades

Como ha pasado en el mundo de la fotosub con casi todo, el aterrizaje de los sistemas digitales supuso el despegue de las grandes ampliaciones. Quizás no al principio, sobre todo entre los usuarios de cámaras réflex, ya que las nuevas cámaras con sensores más pequeños proporcionaban mayor ampliación que utilizadas en el formato completo de la película: en digital y con las mismas lentes macro que antes, se obtenía el equivalente a 1,5:1 en una cámara Nikon y 1,6:1 en una Canon (por mencionar las marcas que usaban casi todos los fotógrafos), es decir, que ahora se tenía una ampliación similar sin necesidad de usar lentes de aproximación ni multiplicadores, mientras que usándolos se llegaba donde nunca se había llegado anteriormente. Pero la carrera por conseguir mayores ampliaciones ya iba a ser imparable entre los fotosubs, deseosos de captar animales y detalles diminutos que antes no estaban al alcance; una tendencia que se hizo especialmente evidente en los concursos y competiciones de fotosub. Como es lógico, los fabricantes detectaron el nuevo mercado y se lanzaron a la fabricación de lentes de aproximación cada vez más potentes y de mejor calidad, especialmente en la última década.

Nuevos materiales

Aunque parezca raro, hoy es posible obtener mejor calidad de imagen con una lente húmeda de 15 dioptrías que con algunas de 6 de hace 15 años: las nuevas lentes han dejado de ser adaptaciones para el uso acuático de diseños terrestres, para convertirse en auténticas lentes pensadas y diseñadas para utilizar bajo el agua. También han corregido en cierta medida una de las pegas que encontrábamos en el uso de lentes de gran potencia: como a cada aumento de potencia correspondía una disminución de la distancia de enfoque del objetivo, acabábamos por quedarnos materialmente sin distancia entre la lente y el sujeto: difícilmente podíamos iluminar este con flash, además de que muchos animales no toleran tanta proximidad. Las lentes de última generación trabajan a mayor distancia y gracias a eso podemos utilizar lentes más potentes que antes.

Nauticam es quizás el fabricante que más ha innovado en el campo de las lentes macro húmedas: Con alta calidad de imagen y similar potencia, la Compact Macro Converter 1 ha sido diseñada para cámaras compactas y EVIL, mientras que la Super Macro Converter 2 pude usarse incluso con réflex full frame

El Multiplier de Nauticam es una lente diseñada exclusivamente para usarla junto a la SMC-1 y así aumentar su potencia. Un soporte de bisagra permite colocarla y retirarla con mucha facilidad

También han salido accesorios que nos ayudan a fotografiar con más comodidad o a conseguir aún mayores ampliaciones. Es el caso de los soportes para lentes articulados, que nos permiten poner y quitar la lente con un rápido y fácil movimiento, o de adaptadores para apilar lentes de aproximación con la intención de aumentar la potencia del conjunto. Para una iluminación más cómoda cuando hay que iluminar sujetos muy cerca del frontal existen accesorios para flash que, mediante cables de fibra óptica, conducen la luz alrededor del frontal para una iluminación homogénea y sin sombras, a modo de los flashes anulares terrestres. Funcionan, aunque creo que podemos conseguir una iluminación similar posicionando correctamente 2 flashes y siempre es más fácil cambiar la posición de estos para fotografiar a más distancia, que tener que desmontar el accesorio para hacerlo.

Con la mejora en cuanto a calidad de imagen, grado de ampliación y comodidad de uso, podemos decir que las lentes húmedas macro han desplazado casi totalmente el uso de multiplicadores de focal en la fotografía de aproximación. Es cierto que algunos fotógrafos siguen usándolos (generalmente junto a una lente húmeda macro) para conseguir grandes ampliaciones, pero no es algo que yo recomiende: lo que no puedas conseguir con las mejores lentes macro húmedas actuales, difícilmente lo podrás hacer con multiplicadores. Eso sí, siempre tendrás que usarlas con objetivos de longitud focal larga, porque es con estos con los que conseguirás aumentos realmente grandes manteniendo una distancia de trabajo suficiente.

Grandes ampliaciones en la práctica

Y ahora viene la parte complicada de la historia: que el material haya evolucionado y permita hacer fotos a sujetos minúsculos, no implica que sea fácil utilizarlo en la práctica y, de hecho, no lo es en absoluto. Cuanto más amplíes, más difícil es encuadrar, enfocar e iluminar. Aquí van unos consejos que te pueden ayudar a conseguirlo:

  • No seas cabezota: si hay mar de fondo o corriente y no vas a poder permanecer quieto en el fondo, no te empeñes en sacar fotos con tu flamante lente de +20 dioptrías. Permanecer estable e inmóvil en el fondo es requisito imprescindible cuando nuestra profundidad de campo es de 1 ó 2 mm… y eso aun usando un difragma cerrado (recuerda lo que decíamos sobre profundidad de campo en la entrega 6 de este curso)
  • El primer problema que se nos presenta cuando fotografiamos sujetos extremadamente pequeños es encontrarlos. El segundo es volver a encontrarlos… en nuestro visor o pantalla. De nuevo, la escasa profundidad de campo es la culpable: piensa que estás viendo una imagen creada por la lente de tu cámara a plena apertura y que solo un pequeño plano está enfocado, mientras que el resto aparece borroso. A menos que tengas a tu sujeto dentro del encuadre de entrada, no tendrás referencias en lo que estás viendo que te conduzcan hasta él y es fácil que no sepas ni hacia dónde debes orientar la cámara para encontrarlo. Si esto te sucede, es mejor que retires tu vista del visor y busques al sujeto. Una vez localizado, coloca la cámara a la distancia aproximada de trabajo y con la lente orientada hacia él. Ahora puedes volver a mirar por el visor procurando no mover la cámara o volverás a perder al pequeñín.

Por mucho que lo intentes, no conseguirás hacer una foto con la ampliación de este ojo de gallinita si las condiciones del mar no son adecuadas. No pierdas el tiempo y céntrate en ampliaciones menores

  • Tampoco es fácil encuadrar correctamente y mantener ese encuadre hasta el disparo. Imagina que fotografías un nudibranquio de 1 cm que ocupa todo el encuadre con una Canon G7X, que tiene un sensor que mide 13,2 mm. Si mueves lateralmente la cámara aunque solo sea 5 mm mientras intentas encuadrar, tu encuadre se desplaza en la pantalla más del 50%. Los ligeros movimientos que hacemos con la cámara y pasan desapercibidos cuando encuadras sujetos de cierto tamaño, en nuestro ejemplo harán que el nudibranquio baile de un lado a otro del visor y sea difícil lograr un encuadre decente. La solución: máxima estabilidad, sujetar la cámara con las 2 manos (usar el brazo izquierdo para apoyarla también es una opción) y contener la respiración durante el proceso de encuadre, actuando el disparador con suavidad para no movernos en el momento del disparo.
  • La última gran dificultad, quizás la peor, es el enfoque: si mover la cámara nos crea problemas con el encuadre, imagínate lo que puede provocar en el enfoque cuando 1 mm de movimiento hacia delante o hacia detrás puede suponer la diferencia entre una foto enfocada o desenfocada. Un buen autoenfoque es la herramienta más útil para conseguir imágenes súper macro enfocadas, pero aun así el fotógrafo tendrá que ser muy cuidadoso para facilitar su funcionamiento:
    • Trabajar con enfoque en modo continuo es casi imprescindible: puesto que es inevitable que movamos la cámara, aunque sea mínimamente, el modo continuo puede seguir enfocando el punto que hemos seleccionado, corrigiendo así los pequeños alejamientos y acercamientos de la cámara.
    • En muchas fotos la zona que queremos enfocar no se encuentra en el centro del fotograma. Como es utópico pensar que podemos enfocar un punto y luego recomponer, la mejor solución es desplazar el sensor de enfoque a la zona que deseamos del encuadre para no tener que mover la cámara.

En este detalle cercano del penacho branquial de un pequeño serpúlido podemos observar la ínfima profundidad de campo de una toma con una ampliación superior a 2:1. La zona que elijas enfocar será crítica para el resultado final

    • Se muy cuidadoso a la hora de elegir el punto que quieres enfocar: no solo debe ser el adecuado para el resultado estético, sino que además debe tener el suficiente contraste para que el autoenfoque cumpla su función con precisión y rapidez. En las cámaras con numerosos sensores de enfoque que se pueden agrupar, tendrás que decidir si usas solo un sensor o un grupo de ellos en base a tu experiencia: un sensor único permite generalmente mayor precisión, pero requiere que lo situemos con exactitud en un punto de contraste adecuado. Cada cámara tiene una capacidad de enfoque diferente y lo más recomendable es que experimentes con él para sacar tus propias conclusiones.
    • Cuanto más corta es la distancia a la que enfocamos una lente, más pequeña es la apertura efectiva de la misma y por tanto menos luz llega al sensor. Los sistemas de autoenfoque son más imprecisos cuando se acercan a la luminosidad mínima que requieren para trabajar, así que puede que necesites utilizar una luz de enfoque cuando tu sujeto se encuentre en una zona umbría.

Para enfocar esta imagen de un minúsculo isópodo se seleccionó en la cámara un punto de enfoque que coincidía con la cabeza del animal en el encuadre deseado

  • Siguiendo con el enfoque, hay otra forma de trabajar, sobre todo cuando estamos en el límite de ampliación de nuestro sistema. Consiste en pre-enfocar a la mínima distancia posible y pasar la cámara a enfoque manual: de este modo el enfoque queda fijo y lo que haremos será acercar o alejar la cámara hasta que veamos enfocado en el visor o pantalla el punto deseado de nuestro sujeto. Esta técnica tiene la gran ventaja de no depender de la precisión del sistema de autoenfoque, ni de la colocación del punto de enfoque, pero a su vez requiere de una muy buena visualización de la escena en el visor o pantalla y de una no menos buena vista por parte del fotógrafo.

No hemos hablado de exposición e iluminación, porque lo dicho en nuestro artículo sobre la fotografía macro es perfectamente aplicable. De hecho, es muy recomendable que leas esa entrega si no lo hiciste en su momento, porque en ella están recogidos los fundamentos técnicos y los materiales básicos. El súper macro solo es un escalón más de dificultad en la fotografía de primeros planos.

El super macro abre el abanico de motivos fotografiables, y no solo en cuanto a seres diminutos: también podemos captar detalles que pasan desapercibidos de animales más grandes, como esta toma de parte del lomo y la aleta dorsal de un pez ballesta

Carlos Minguell

Posted by Carlos Minguell

Fotógrafo submarino profesional

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