Un giro delicado
Ahora veamos cómo realizar paso a paso la toma para conseguir el efecto: como en todo barrido, emplearemos una velocidad de obturación lenta, más lenta cuanto más angular sea la lente utilizada (para la foto de la langosta se usó 1/6 con una lente de 180º). La velocidad idónea también dependerá de la velocidad que imprimas al giro de tu cámara, pero debes tener presente que es más fácil controlar el giro si lo puedes hacer con cierta lentitud: cuanto más rápida sea la velocidad de obturador elegida, más rápidamente tendrás que girar la cámara para obtener el mismo efecto, aumentando el riesgo de una mala ejecución. Practica con distintas velocidades de giro y de obturación y así irás viendo el efecto que producen.
Ahora se trata de centrar perfectamente a nuestro sujeto en el encuadre y a continuación girar la cámara y disparar mientras intentamos mantener el centro del encuadre sobre el sujeto. No pienses que tienes que dar un giro muy amplio a la cámara para que aparezca el “efecto tornado”, basta con un giro de unos pocos grados para que suceda. Sí que tienes que vigilar que la cámara esté en la posición adecuada dentro del giro cuando dispare el flash, ya que de lo contrario te puede pasar que consigas un buen efecto de barrido, con el sujeto centrado, pero con este inclinado en un ángulo que no deseabas. Puedes usar sincronización a la cortinilla delantera o trasera, puesto que no afectará al aspecto del barrido, pero te recomiendo que uses sincronización delantera: así sabes que el flash disparará al principio de la exposición (cuando oprimes el botón de disparo) y será más fácil acertar con el momento preciso.
Para que te hagas una idea del proceso completo, en el barrido de ejemplo determiné que la mejor posición del sujeto era horizontal, lo que correspondería a mis manos sujetando la cámara a las 9 (izquierda) y las 3 (derecha) en un imaginario reloj. A continuación coloco mis manos a las 6 y las 12, ensayando unos cuantos giros en el sentido de las agujas del reloj y concentrándome en mantener el centro del encuadre sobre la langosta y una velocidad de giro constante. También visualizo cual va a ser el momento exacto en el que dispararé, que será justo cuando mis manos vuelvan a estar a las 9 y las 3. Solo cuando veo que estoy consiguiendo un giro correcto mientras mantengo la langosta en el centro, paso a realizar los mismos movimientos pero disparando en el instante oportuno. No detengo el giro de cámara inmediatamente tras el disparo, sino que continúo el movimiento a la misma velocidad hasta que mis manos están casi a las 12 y las 6. Esto es importante, por que de lo contrario es difícil conseguir un giro homogéneo sobre el eje durante la exposición. Tras la toma, reviso la imagen en la pantalla LCD y determino si el efecto “tornado” es el adecuado: en caso contrario, y siempre que esto sea posible, veo preferible subir o bajar la velocidad de obturación a cambiar la velocidad de giro de la cámara.