Ya hemos hablado de las características físicas de los flashes y de las técnicas de exposición con su luz. Conviene que ahora hablemos de su correcto posicionamiento en las distintas situaciones que podemos encontrar bajo el agua.
La posición ideal
Malas noticias: no existe una posición ideal de nuestro flash o flashes. Siempre va a depender de las condiciones, de los sujetos, de la distancia y del efecto estético que persigamos. Quizás el primer parámetro al que debemos prestar atención es a las condiciones en las que estamos fotografiando: si nos encontramos en un agua transparente, no existen partículas visibles en suspensión que vayan a ensuciar nuestra fotografía por culpa de la luz de flash que se refleja en ellas. En este caso ideal, nos podemos centrar tranquilamente en colocar nuestros flashes en el lugar que nos proporcione los resultados estéticos que queremos. No vamos a entrar en las intenciones creativas de cada uno, pero si te puedo dar unos consejos genéricos encaminados a conseguir una iluminación “estándar” correcta:
Una iluminación casi cenital provoca fuertes sombras debajo de las zonas con relieve
• Si lo importante es el ángulo de incidencia de la luz, ahora debes ser consciente de que la posición del flash debe cambiar si cambia la distancia al sujeto para poder mantener dicho ángulo. Supongamos que tenemos el flash en un ángulo de 30º desde arriba respecto al sujeto (Es solo un ejemplo, no te lo tomes al pie de la letra) proporciona la iluminación que queremos. Si estamos fotografiando un pez estático a 1m de distancia, el flash estará a unos 58cm por encima del eje óptico de la lente para obtener el ángulo deseado. Sin embargo, cuando el fotógrafo se acerque a 50cm del pez para fotografiar un detalle de su cabeza, tendremos que acercar el flash a unos 29cm para mantener el mismo ángulo. El error más común del fotosub novato es que no baja el flash de posición, sino que en todo caso lo orienta hacia abajo, con lo cual pasa a utilizar un ángulo demasiado abierto de manera involuntaria. Sí, a mi también me parece muy molesto estar cambiando de posición el flash cada vez que cambio de distancia… pero no queda otra opción.
• No todos los sujetos son iguales, ni todas las escenas que fotografiamos lo son. Hay veces que tendremos que situar el flash de un modo distinto si queremos obtener una iluminación homogénea del sujeto. Imagínate que vas a fotografiar a un pez plano que mira a cámara sobre un fondo de arena y por tanto nuestra cámara se encuentra en un punto de vista muy bajo, prácticamente sobre la arena. Si en esta situación iluminamos frontalmente, tendremos un problema de homogeneidad de la luz en la escena debido a la distinta distancia que recorre la luz de nuestro flash: la arena delante del pez está más cerca de la fuente de luz que la cabeza del animal y mucho más cerca que su cola. Este caso es en realidad un problema de exposición y se soluciona igualando en lo posible la distancia que debe recorrer la luz para llegar a las distintas partes de la escena: aquí una iluminación cenital sí es bienvenida, puesto que reduce el problema de homogeneidad y no genera sombras problemáticas en el pez plano. Podemos tener problemas similares siempre que un sujeto este colocado en perspectiva respecto a la cámara y tendremos que posicionar el flash intentando siempre que este no quede mucho más cerca de una parte del sujeto que de otra. Igualar el recorrido de la luz será siempre el objetivo.
En este primer plano de un pez cofre, el flash colocado a la izquierda deja en sombra el lado derecho y resalta la textura del animal
Para este pez plano se colocó el flash en posición cenital para igualar la exposición de toda la escena
Por último, no olvidemos lo más básico: de nada sirve poner el flash a la distancia y en el lugar perfecto, si luego orientamos este mirando a Cuenca. Ten cuidado de hacia dónde mira el flash, porque orientarlo mal es un error más habitual de lo que parece. Ya que hablamos de acertar con la orientación, recuerda cosas que ya comentamos al tratar la fotografía angular; cuanto más ángulo tiene la lente, con mayor precisión tendremos que colocar el flash. Retrasar la posición del flash y utilizar un filtro difusor también son de gran ayuda cuando no vamos sobrados de cobertura.
Cuando el agua está sucia
Si con el agua limpia te ha parecido un poco engorroso dar con la posición adecuada del flash, espérate a ver lo que pasa cuando hay partículas en suspensión que ensucian el medio. Ya sabemos lo que sucede cuando el agua está sucia: las partículas de arena, sedimento, algas, etc. reflejan la luz del flash y producen antiestéticas “manchas” luminosas de variados tamaños y formas. En estás circunstancias, el efecto estético que pueda producir el ángulo de iluminación pasa a segundo plano y tenemos una nueva prioridad al colocar los flashes; conseguir una imagen lo más limpia posible. No me refiero a que desaparezcan milagrosamente las partículas, eso solo lo consigue PhotoShop, sino a intentar que pasen lo más desapercibidas posible en nuestras fotos. Vamos allá:
• Iluminando frontalmente a un sujeto, también iluminaremos frontalmente a las partículas que se encuentren delante de él. Ahora imagínate a esas partículas como esferas cromadas: si las iluminas frontalmente, devolverán un nítido y brillante reflejo hacia el origen de la luz, con lo cual se hacen mucho más evidentes en nuestra imagen al estar la lente cerca de la fuente de luz. Lo que antes decíamos que podía ser una buena iluminación estándar, en aguas sucias se convierte en la peor posible. Solo hay que ver como quedan las imágenes iluminadas únicamente con el flash incorporado de una compacta (Qué está muy próximo a la lente) cuando el agua está sucia. Por tanto, la primera medida para unas fotos más limpias es alejar el flash del eje óptico.
El flash cerca del eje óptico ilumina frontalmente las partículas y estas se hacen muy visibles en la imagen. Como representamos en el recuadro, casi todo el cuerpo la partícula refleja luz hacia la lente (En amarillo la zona iluminada)
Al separar el flash del eje óptico, en este caso subiéndolo, solo la parte superior de las partículas refleja luz hacia la lente (vemos que la zona iluminada amarilla es mucho menor) y por tanto son menos visibles en la imagen
• Ya lo he separado, ahora ¿Dónde lo coloco? ¿Izquierda? ¿Derecha? Esta pregunta no tendría mucha importancia si usáramos cámaras con un formato de imagen cuadrado, ya que entonces no habría diferencia entre colocar el flash encima o a un lado de la cámara y solo una pequeña diferencia al colocarlo en la diagonal del fotograma. Pero utilizamos formatos rectangulares (4:3 en compactas y 3:2 en réflex son los más habituales) y entonces sí es importante: en un rectángulo, los lados mayores están a menos distancia del centro (Que sería el eje óptico de nuestra fotografía) que los lados menores, mientras que las diagonales se encuentran a mayor distancia que cualquiera de los lados. Si esto lo trasladamos a tres dimensiones en un encuadre fotográfico horizontal, nos encontramos con que hay más agua dentro del encuadre en las diagonales, menos en los laterales y menos aun en la parte superior o inferior del encuadre. Evidentemente, si hay menos agua, también hay menos partículas que iluminar, así que, para una misma distancia del flash al eje óptico, este ilumina más partículas (Y desde más cerca) si lo colocamos en una diagonal del encuadre, menos si lo colocamos en un lateral y menos aun si lo colocamos encima. Ya lo sabes, el peor lugar para poner tu flash es en las esquinas del encuadre.
Las partículas que se encuentran más cerca del flash reflejan más luz y por tanto son más visibles. En este gráfico podemos comprobar que el flash colocado en la diagonal del encuadre (Izquierda) producirá más partículas visibles dentro de la imagen que colocado sobre el lado mayor, aunque el flash este a la misma distancia del eje óptico en los dos casos
• Aun debemos tener presente como orientar el flash. Siguiendo el razonamiento de “iluminar la menor cantidad de partículas posible”, debemos darnos cuenta de que la orientación del flash juega un papel decisivo en este aspecto: si nuestro flash emitiera un fino haz de luz, como un láser, no habría duda y tendríamos que orientarlo apuntando al sujeto, porque de lo contrario no le llegaría luz alguna. Este tipo de orientación “apuntando” hacia el sujeto es el que intuitivamente realiza el fotosub primerizo, pero un flash emite en realidad un amplio cono de luz, de entre 80º y 110º de cobertura según los modelos, así que no es imprescindible “apuntar” directamente a un sujeto para “darle”. En su lugar, lo que debemos intentar es orientar el flash de tal modo que la luz llegue a nuestro sujeto, pero al mismo tiempo iluminando la menor cantidad posible de agua delante de este. Está claro que la orientación correcta para conseguirlo dependerá de la distancia al sujeto, pero a menos que esa distancia sea muy corta, no será necesario orientar el flash en dirección a la lente, siendo suficiente con mantenerlo paralelo, e incluso orientarlo un poco en dirección contraria para distancias largas.
Si apuntamos el flash directamente al sujeto, vemos como iluminamos casi toda el agua (Y las partículas) que hay entre este y la lente
Orientando el flash en dirección contraria a la lente, la luz sigue llegando al sujeto, pero evitamos iluminar una buena cantidad de partículas frente a la lente
Algún consejo práctico
El mejor consejo que te puedo dar es que te convenzas de que no existe una posición única para tus flashes y que vas a tener que cambiarla constantemente para adaptarte a las distintas situaciones que se presentan. Más cosas:
• Ya que tenemos que cambiar con frecuencia el flash de sitio, mejor hacer que el cambio sea rápido y cómodo. Ahí interviene el buen diseño que tenga tu brazo, siendo los articulados mediante rótulas los mejores con diferencia, pero también influye mucho como los uses: muchas veces tenemos la tendencia de llevar las rótulas bajo el agua excesivamente apretadas, cuando lo adecuado es llevarlas en un punto de tensión más suave, que nos permita mover el brazo sin manipular las rótulas, pero lo suficientemente apretadas para que el brazo no caiga por el propio peso del flash o por nuestro desplazamiento en el agua.
• Al intentar colocar correctamente los flashes, sobre todo para evitar polución en situaciones de agua sucia, es inevitable que cometamos errores. Un clásico es llevar los flashes demasiado abiertos en nuestro intento de no iluminar agua delante de la lente, especialmente con grandes angulares, pero por fortuna es un error fácil de detectar al revisar la imagen en la pantalla LCD, ya que aparecerá una zona menos iluminada donde no ha llegado la luz del flash. Esto te permite corregir la posición y volver a disparar.
En esta imagen de una gorgonia tomada con 2 flashes, vemos como el centro ha quedado más oscuro que los laterales. Esto es debido a que se han orientado los flashes demasiado hacia el exterior
• Al observar una imagen poco luminosa hecha con flash, podemos cometer el error de pensar que se debe a una incorrecta exposición, cuando en realidad el problema está causado por una deficiente colocación del flash. Este es un caso que se suele dar cuando nos vamos acercando a nuestro sujeto y mantenemos el flash demasiado separado de la lente, lo que provoca que la mayor parte de su luz acabe pasando por encima del sujeto y solo ilumine a este marginalmente con el borde de la cobertura. Analiza con detenimiento la imagen: muchas veces podremos darnos cuenta del error al ver que partes más alejadas de la escena están más iluminadas que las más próximas, cuando debería ser al revés.