Su hermano mayor, el Z-330, ha tenido tal éxito desde su presentación hace un año que INON no puede hacer frente a la demanda del modelo en todo el mundo y sigue habiendo lista de espera para poderlo comprar. A su lado, el INON D-200 ha pasado mucho más desapercibido, a pesar de tratarse de un flash muy interesante y con una relación prestaciones/precio excelente.
Para empezar, el cuerpo del D-200 es idéntico al del Z-330, excepto en el color rojo que hereda de su predecesor, el INON D-2000. Los controles son idénticos y en su parte trasera solo falta el conector eléctrico que sí posee el Z-330. Los dos modelos comparten por tanto las mejoras en cuanto a ergonomía: mandos de mayor tamaño y perfil plano, mucho más adecuados para manipular con guantes gruesos. En el D-200 el control de predestello se realiza ahora mediante un pulsador, una solución mucho mejor que el imán que debía instalarse mediante un tornillo en el antiguo D-2000.
Siguiendo con la parte trasera, los controles están situados sobre un plano fosforescente con la idea de mejorar la visibilidad de los controles en zonas oscuras o durante la noche. En el mando que controla el modo de funcionamiento ha desaparecido el modo "Auto" (Que me parecía una absoluta inutilidad) y se ha intercambiado el orden de la posición "M" y "Full" respecto a los modelos antiguos. Por su parte, el mando que controla las potencias ahora tiene tope en la potencia inferior y en la superior, no pudiendo girar sin límite como en los modelos anteriores: me parece preferible así, ya que el tope ayuda a orientarse para poder seleccionar una potencia sin tener que mirar el control. Estos cambios también están presentes en el Z-330
El D-200 también comparte con su hermano mayor la principal novedad técnica de los nuevos modelo: unos difusores situados sobre los tubos de descarga gemelos y un frontal en cúpula consiguen aumentar la cobertura hasta los 110º y hacerla más uniforme.
Otra novedad en la parte frontal de los dos modelos es la presencia de un pequeño parasol que podemos utilizar para reducir el ángulo de cobertura en el lado de la lente. Es giratorio en cualquier sentido, para poder adaptarlo a tomas verticales y horizontales y a cualquier posición del flash: la idea es que nos puede permitir reducir la polución cuando realizamos tomas muy próximas y por tanto con los flashes cerca de la lente. Habrá que experimentar con él para confirmar su utilidad en la práctica, aunque en cualquier caso es fácilmente desmontable desenroscando el aro que lo une al frontal.
La iluminación LED de enfoque de los D-200 y Z-330 aumenta su potencia hasta los 220 lúmenes (180 en los modelos anteriores) y mantiene su conexión con el disparo, apagándose automáticamente cuando el flash dispara para volverse a encender un instante después. Aunque la posición lateral del LED no ha cambiado, sí lo ha hecho su orientación, estando más inclinada para que ilumine hacia el centro.
Los nuevos difusores, comunes a D-200 y Z-330, son ahora curvos y tiene una fijación a bayoneta que los hace infinitamente más cómodos de utilizar que sus predecesores. Con ellos el ángulo de cobertura aumenta hasta los 130º según INON, volviéndose mucho más homogéneo. El difusor neutro viene incluido con el D-200, mientras que los filtros cálidos (4600º K y 4900º K) y uno de densidad neutra -4 están disponibles como opción.
Como podemos ver, el D-200 es un flash de un concepto casi idéntico al Z-330 ¿Qué es entonces lo que los diferencia? Además de la ausencia de conector eléctrico, la diferencia clave entre los dos modelos es la potencia: INON otorga un Número Guía 20 al nuevo D-200, mientras que declara un NG 32 para el Z-330. La clara diferencia de potencia a favor del éxito de ventas Z-330 ha provocado que pasen más desapercibidas algunas ventajas a favor del modelo menos potente: recicla más rápido (1,3" del D-200 frente a 1,6" del Z-330) y sobre todo tiene mucha más autonomía: INON ha calculado una autonomía de hasta 280 disparos a plena potencia para el Z-330 y de 540 disparos para el D-200. Una gran diferencia a favor del pequeño de la familia.
A mi me parece que el D-200 es un excelente flash en relación a su precio, especialmente para cámaras compactas, donde el conector eléctrico es inútil y la diferencia de potencia con respecto al Z-330 resulta menos importante: la inmensa mayoría de compactas no pueden cerrar la apertura por encima de f/8, pero sí pueden utilizar velocidades de obturación rápidas en un contraluz, que es cuando las cámaras de lentes intercambiables echan de menos un flash potente porque no pueden utilizar velocidades altas y por tanto necesitan cerrar el diafragma .