Ahora ya tenemos todos los conocimientos necesarios para conseguir fotografías correctamente expuestas, tanto con luz de flash, como con luz solar o ambas al mismo tiempo. Ha llegado el momento de que nos centremos en los materiales y técnicas que nos pueden ser útiles para cada tipo de fotografía, empezando por la de primeros planos, más popularmente conocida como Macro.
Las compactas y los primeros planos
Aunque las diferencias entre distintos modelos pueden ser muy notables en este aspecto, por regla general las cámaras compactas tienen una buena capacidad de aproximación: no deberíamos tener problemas para conseguir una foto de un pez pequeño (Digamos unos 10cm) completo. También muchas cámaras actuales nos permitirán realizar tomas de sujetos bastante más pequeños, aunque es probable que empecemos a encontrar algunas dificultades para hacer una buena foto.
La mayor parte de las compactas tienen un modo “Macro” que permite enfocar a una distancia muy corta, incluso de tan solo 1 centímetro en algunos modelos. Esta capacidad extra de acercamiento se consigue a cambio de perder capacidad de enfoque lejano, lo cual no es mayor problema que la necesidad de desconectar el modo macro cuando volvemos a fotografiar a distancias más lejanas, pero el punto débil de algunas cámaras es que este modo limita el rango de focales utilizables del zoom, llegando en algunos modelos a poder solo utilizar una focal fija y, lo que es peor, casos en que esa focal es la más angular del zoom. Verse obligado a fotografiar los primeros planos con el zoom en la zona angular es un problema por varios motivos:
• El primero es que dificulta la iluminación con flash por falta de espacio entre el frontal y el sujeto: no es lo mismo poder utilizar el zoom en su posición “tele” y disponer de 15 centímetros de distancia para colocar el flash, que tener que sacar la misma imagen a 5 centímetros con el zoom en angular. En este último caso, será difícil conseguir una iluminación adecuada al tener que colocar el flash en un ángulo muy abierto respecto al eje óptico, a menos que usemos dos flashes y ello nos permita controlar las sombras generadas por la luz de su compañero.
• Aunque podamos solucionar el problema de la iluminación con un segundo flash, aun tendremos otro irresoluble: fotografiamos animales salvajes y muchos sujetos no van a permitir que les acerquemos nuestro equipo fotográfico a 5 centímetros de distancia. No pasa nada si estamos retratando una esponja, pero imagínate lo que pasará con un blenio…
Y aunque sea secundario en relación a estos inconvenientes, también está el hecho de que una toma muy cercana con una focal angular suele tener más distorsión (Deformación de la imagen) que el mismo encuadre del sujeto realizado con una focal más larga. Como vemos, a efectos prácticos, no solo es importante la capacidad de aproximación que tiene una compacta, sino también cómo consigue esa aproximación.
Lentes macro
Sea cual sea la capacidad de aproximación de nuestra compacta, podemos mejorarla colocando una lente de aproximación (Lente macro) delante del frontal de la caja estanca. Estas lentes reducen la distancia de enfoque de nuestro zoom en todas sus focales y por tanto nos permiten conseguir un mayor ratio de reproducción (Aumento) en nuestras fotografías. Para que nos entendamos, es como poner una lupa delante de la cámara. Aunque una lente de aproximación se caracteriza, como cualquier otra lente, por su longitud focal, estamos más acostumbrados a valorar la capacidad de aproximación de una lente macro por su potencia en dioptrías (Que no es otra cosa que el inverso de su longitud focal en metros). Cuanto mayor sea el número de dioptrías, más aumento nos proporcionará una lente, pero debemos tener presentes dos cosas antes de elegir la lente macro que nos interesa:
• Como ya hemos dicho, cuanta mayor es la potencia de la lente, más cerca podremos enfocar al sujeto, pero menor será el rango de enfoque utilizable: con la lente puesta en nuestro frontal ya no podremos enfocar más allá de una determinada distancia, que será menor cuanto más potente sea la lente. Por ejemplo, suponte que tu cámara, sin este accesorio, es capaz de fotografiar desde el infinito hasta una distancia mínima que te permite sacar una esponja en la que hay un nudibranquio. Bien, ahora le colocas una lente de aproximación de +5 dioptrías y pasas a poder fotografiar la esponja completa enfocando al infinito y solo el nudibranquio enfocando a la mínima distancia. Supongamos que ahora cambias la lente por una de +10: con ella puedes fotografiar la cabeza del nudibranquio cuando enfocas a la mínima distancia, pero solo medio cuerpo del molusco cuando enfocas a infinito… ya no puedes fotografiar el nudi completo, ni con lente macro, ni sin lente macro, lo cual puede resultar bastante irritante.
• Cuanto más potente es una lente macro, más difícil es que obtengamos una imagen de buena calidad con ella: el aumento de potencia trae generalmente consigo un aumento de las aberraciones, principalmente cromática y esférica. La primera motiva bordes de colores “falsos” en las zonas de contraste de la imagen y la segunda hace que las zonas periféricas aparezcan poco nítidas, como si estuvieran fuera de foco. Es cierto que, en las cámaras compactas, los problemas de calidad de las lentes macro pasan más desapercibidos gracias a que las lentes de cámaras con sensores pequeños usan solo la parte central de la lente macro para formar la imagen (Comparado con las cámaras con sensores más grandes, como las réflex) y esta es la zona que aporta mejor calidad en cualquier lente. De todos modos, las diferencias de calidad entre lentes macro existen: no será difícil obtener buena calidad de imagen con una lente de potencia moderada (Y a un precio moderado), mientras que obtener buena calidad con una lente potente requerirá invertir en una lente muy buena… y probablemente muy cara.
La iluminación en macro
En principio, es más fácil conseguir una buena iluminación en una toma macro que en otro tipo de fotografía: fotografiamos a muy corta distancia y, como norma general, nos interesa captar el colorido y contraste de los sujetos fotografiados, así que el protagonismo del flash va a ser total en los primeros planos. Por el contrario, exponer con luz solar a nuestros sujetos solo aportaría una dominante azulada, que perjudicaría el colorido y el contraste de la imagen, por lo que casi siempre preferiremos prescindir de su influencia. Si recordamos lo expuesto en nuestra anterior entrega del curso, dedicada a la luz mixta, nos daremos cuenta de que la mejor forma de evitar la influencia de la luz solar será subir la velocidad de obturación todo lo posible mientras no afecte a la exposición de la luz de flash (Con los modernos flashes, raro será que no podamos disparar a velocidades tan rápidas como 1/1000 de segundo). Como estamos muy cerca del sujeto y podemos permitirnos usar diafragmas cerrados, la luz solar dejara de ser una preocupación en las tomas macro.
Esto simplifica las cosas al máximo en cuanto a exposición: nos limitaremos a dejar puesto el diafragma más cerrado disponible (f/8 en la inmensa mayoría de las compactas) y a regular la potencia de nuestro flash para obtener la exposición correcta (Puedes repasar todo lo relativo a exposición con flash, incluida la conveniencia del sistema TTL, en la 5ª entrega del curso). Es cierto que la exposición con luz de flash a corta distancia es delicada, ya que basta un pequeño cambio en la distancia para que la exposición cambie notablemente, pero tengamos en cuenta que el rango de distancias utilizadas va a ser muy similar siempre y con la práctica nos acostumbraremos a trabajar con bastante precisión. Tampoco olvides que siempre tienes la posibilidad de consultar el histograma después de una toma, para así poder analizar si la exposición es mejorable (Ver el Consejo Fotosub que dedicábamos al Histograma).
Lo que he dicho sobre la preponderancia de la luz de flash en los primeros planos no debe interpretarse al pie de la letra: también hay situaciones en las que usaremos la técnica de luz mixta con la intención de cambiar un fondo negro en la imagen por otro azul o verde, según sea la tonalidad del agua. En estos casos, es perfectamente aplicable lo que hemos aprendido de exposición con luz mixta en la 7ª parte del curso.
Consejos prácticos
Aunque exponer correctamente un macro sea simple en la mayor parte de los casos, no podemos decir lo mismo con el encuadre y el enfoque de una toma. El primer consejo es que repases lo que hablábamos sobre el enfoque en la 6ª entrega del curso, ya que te puede ayudar a comprender mejor cómo enfoca tu cámara y cómo sacarle el mejor partido al autoenfoque. Más cosas a tener en cuenta:
• Trabajamos muy cerca de nuestros sujetos, así que tómatelo con mucha calma y aproxímate con la máxima lentitud al animal que vas a fotografiar, incluso aunque se trate de un sujeto que a priori no va a salir corriendo. Ten presente que un gusano tubícola puede retraerse en su tubo si le haces sombra repentinamente o nota un movimiento brusco del agua, o un nudibranquio esconder su penacho branquial o sus rinóforos por el mismo motivo.
• Para conseguir un buen encuadre y un correcto enfoque es muy deseable que tengamos la mayor estabilidad posible, así que no dudes en apoyar tu mano libre sobre el sustrato para estabilizarte. Luego podrás usar este punto de apoyo para adelantar tu cuerpo lentamente y mantener la cámara lo más firme posible. Proceder de este modo es, además, la mejor forma de no ensuciar nuestras fotos con el sedimento que levantaremos si nos movemos. Al buscar un punto de apoyo, ten presente que algas, plantas e invertebrados sésiles son seres vivos y no sustrato.
• Muchos de nuestros motivos en fotografía macro están en grietas, cavidades o bajo cornisas, es decir, en zonas de umbría. Ten en mente que muchas de las dificultades que podemos encontrar al enfocar pueden tener que ver con la falta de luz. Un pequeño foco o linterna es la solución, pero tampoco caigas en el defecto de usarlo en exceso: la luz artificial asusta a algunos animales, así que úsala solo cuando sea imprescindible.
• La profundidad de campo es escasa en fotografía macro, incluso a diafragmas cerrados. Elije cuidadosamente el punto en que quieres enfocar, con especial atención en los ojos de los animales: por mucha parte de un animal que esté enfocada, un ojo desenfocado arruinará la imagen. Por el contrario, un ojo perfectamente enfocado hace que una foto nos parezca correcta aunque poco más del animal esté a foco.