Aunque usando un solo flash se pueden iluminar correctamente multitud de situaciones, no cabe duda de que el uso de un segundo flash aporta ventajas muy interesantes… al mismo tiempo que algún inconveniente.
25
Ene
2018
En anteriores entregas de este curso, hemos visto que la exposición con luz solar y con luz de flash se rigen por reglas sutilmente diferentes. Estas diferencias hacen que conseguir una correcta exposición con luz mixta (En la que integramos las dos fuentes de luz) sea relativamente complejo, pero al mismo tiempo, y gracias a dichas diferencias, podemos obtener distintos resultados estéticos de una misma situación fotográfica con solo cambiar el equilibrio entre la exposición de las fuentes luminosas. Esta posibilidad de intervención creativa es de gran importancia en la fotosub.
Hace unos meses explicamos como exponer correctamente nuestras imágenes con luz solar. Toca ahora hacer lo mismo con la luz de flash, que como veremos tiene diferencias de vital importancia para el Fotosub.
Ya vimos en nuestra anterior entrega que podemos hacer fotos (Incluso buenas fotos) solo con luz solar. Sin embargo, el uso de flashes nos abre todo un mundo de posibilidades en las tomas cercanas, especialmente en cuanto al color y al control de sombras. Hablemos de flashes.
Mi buen amigo Juan Ramón, que además es un notable fotosub, se arrepintió más de una vez de haber elegido una Canon EOS 5 como cámara de uso subacuático. Y no fue por la cámara en sí, de la cual estaba muy contento, sino por las complicaciones que le traía de vez en cuando el uso del TTL: los flashes que tenía eran compatibles con el TTL de Nikon (como la inmensa mayoría de los flashes del momento), así que su caja estanca Subal equipaba un adaptador para convertir la señal TTL de su EOS a un formato que los flashes pudieran entender.